Los Problemas y Cuellos de Botella que Enfrenta la Agricultura Peruana
El 17 de abril de este año, acompañé a Chen Mengkun, subdirector del Departamento de Agricultura y Asuntos Rurales de la provincia de Sichuan – China junto a su delegación y, visitamos la provincia de Ica en Perú. El gobernador de la región de Ica, Dr. Jorge Hurtado nos recibió en la sede del gobierno regional. Los funcionarios mantuvieron una reunión muy interesante con los colegas chinos. El principal tema que se abordó en la reunión fue la falta de agua para agricultura.
No soy un experto en agricultura, pero en los últimos años la agricultura del Perú se ha desarrollado rápidamente, por lo que he tenido algún contacto con los gobiernos que están interesados en desarrollar la agricultura. Permítanme compartir mis humildes ideas sobre algunas de las dificultades y obstáculos que enfrenta la agricultura peruana.
Para la agricultura, las fuentes de agua son definitivamente la máxima prioridad. Pero la región de Ica, especialmente la capital de esta región, la ciudad de Ica tiene un gran desierto donde gravemente falta agua. No sólo no se ha utilizado adecuadamente el agua subterránea debido a las deficiencias tecnológicas, sino que también, se producen inundaciones cada año durante la temporada de lluvias por falta una buena reserva y drenaje. Como se puede ver, la resiliencia insuficiente al cambio climático, la infraestructura de riego deficiente y la competencia por el agua entre los sectores agrícola, industrial y urbano son problemas importantes para el desarrollo de la agricultura costera en el Perú.
El segundo problema es que el nivel de la tecnología de investigación científica agrícola y de las prácticas agrícolas, son generalmente bajos en el Perú. Aunque la agricultura peruana ha avanzado mucho tecnológicamente a lo largo de los años, todavía existe una gran brecha en comparación con la agricultura moderna. Además, muchos agricultores trabajan solos y sólo unas pocas zonas han desarrollado la industrialización. Sumado a la atención insuficiente del gobierno y a la falta de esfuerzos de alivio a la pobreza, muchos agricultores, especialmente aquellos en áreas retiradas y lejanas a la comunicación con grandes ciudades, carecen de acceso a las últimas tecnologías y conocimientos que pueden mejorar la productividad y la sostenibilidad. Si podemos trabajamos juntamente con el gobierno chino que tiene muchas experiencias en este sector, desarrollar sistemáticamente políticas de alivio a la pobreza rural y fortalecer la capacitación técnica y mecanizada, el desarrollo agrícola del Perú definitivamente mejorará enormemente.
El tercer problema es la falta de acceso al mercado y a una cadena de suministro que lo iguale. Aunque la Carretera Panamericana atraviesa todo el Perú, el transporte tiene inconvenientes en áreas remotas y sigue siendo la corriente principal de la vida de los peruanos. Muchos lugares tienen condiciones climáticas favorables y mano de obra barata, pero carecen de infraestructura adecuada de transporte y almacenamiento después de la cosecha. Muchos cultivos no ingresan al mercado a tiempo, lo que significa que no genera ganancias razonables y, por lo tanto, es inevitable que provoque que los agricultores caigan en la pobreza. Hasta ahora, sólo unas pocas ciudades del Perú tienen vuelos interurbanos y sólo hay trenes disponibles entre unas pocas provincias del sur. Por lo tanto, podemos imaginar las dificultades para el desarrollo agrícola en zonas remotas.
El cuarto problema es la respuesta al cambio climático. Si bien el Perú puede considerarse una civilización antigua con una larga historia, hasta el momento la agricultura peruana no se ha librado de la vergonzosa situación de «depender del cielo». Con el cambio climático cada año, Perú se verá afectado por sequías o inundaciones. Además, el gobierno, que está ocupado con luchas políticas, no tiene ninguna preocupación y no tiene políticas de emergencia ni previsión para responder, por lo que es inevitable que la agricultura se verá afectado. Si nos topamos con fenómenos climáticos extremos, cambios en los patrones de precipitaciones y temperaturas, y la aparición de plagas y enfermedades nuevas o ampliadas, estos impactos no sólo afectarán los ingresos gubernamentales provenientes de la agricultura como parte del producto nacional bruto, sino que también afectarán a toda la población del país entero.
El quinto problema es la pobreza profundamente arraigada en las zonas rurales. Perú es un país con un desarrollo industrial muy desequilibrado. Un tercio de la población del país vive en la capital, Lima. Puede que nos resulte difícil imaginar que en el siglo XXI todavía haya personas que nunca habían salido de su ciudad natal. Podemos romantizar el fenómeno de la pobreza en términos de «no tener suficiente ropa para cubrir el cuerpo, no tener suficiente comida para llenar la barriga», pero es difícil imaginar el nivel de la pobreza afecta en algunas zonas rurales del Perú. El entorno social cerrado y la incompatibilidad con la sociedad moderna limitan aún más el acceso de los agricultores a los recursos y servicios básicos y a las oportunidades para diversificar las actividades económicas, por lo que los problemas comunitarios son inevitables. Por supuesto, todavía hay muchas cosas más que se pueden extender dentro de tema, pero sólo espero que unas pocas palabras de un inexperto como yo puedan inspirar a más expertos a interesarse en resolver el dilema existente en la agricultura peruana después de comprender la situación. Aunque la intención de escribir un artículo como este puede generar críticas por malentendidos, vale la pena como una reflexión y atracción de oportunidad de negocio para que los países avanzados de este tema invierten en el Perú.