Protestas bloquean vías y dejan turistas varados en Machu Picchu

Desde el 14 de septiembre, las protestas en Perú provocaron bloqueos de carreteras y vías férreas que afectaron gravemente el acceso a Machu Picchu. Los manifestantes colocaron piedras en las vías férreas, impidiendo la llegada de trenes con turistas a la ciudadela inca, dejando varadas a unas 5,000 personas. En respuesta, las fuerzas de seguridad desplegaron un operativo de emergencia para proteger a los turistas y restablecer el orden vial.
Ferrocarriles Terrasandino autorizó el paso de trenes luego de que la Policía Nacional asegurara que las vías estaban despejadas. PeruRail operó trenes de emergencia únicamente en la ruta Machu Picchu-Ollantaytambo como medida excepcional, sin reanudar los servicios regulares hasta garantizar la seguridad total. El 15 de septiembre, a las 19:30, inició una evacuación priorizando a ancianos, niños, mujeres embarazadas y personas con discapacidad. Más de 800 pasajeros fueron trasladados en tres trenes humanitarios.

Durante la evacuación, hubo enfrentamientos entre la policía y miembros de la comunidad local en Qoriwayrachina, con al menos 10 heridos. Policías con cascos y escudos impidieron el acceso de manifestantes a las vías mientras se despejaban los bloqueos.
El 16 de septiembre, la ministra Desilú León instó a los manifestantes a cesar las protestas para evitar daños a la reputación de Cusco y dar paso al diálogo. Informó que 1,400 turistas fueron reubicados y 900 seguían varados por los daños en las vías. La autoridad anunció reuniones con actores locales y reiteró el llamado a evitar la violencia.
El General Julio César Becerra Cámara, director de la Policía Nacional, confirmó el despliegue de más de 160 efectivos para garantizar la ruta Ollantaytambo-Machu Picchu. Tras acuerdos con líderes de la protesta, se facilitó la evacuación de 1,300 turistas y se repararon daños en las vías. Además, la policía escoltó a 300 turistas empleando un monorriel para facilitar su salida.

Se informó que turistas varados que ingresaron por la carretera Santa Teresa-Hidroeléctrica Amazonas serían evacuados en la tarde del 16 de septiembre.
Las protestas surgieron por la inconformidad de residentes con la elección del operador del servicio de autobuses. El contrato anterior, con concesión de 30 años, estuvo vigente más allá de su tiempo, y la comunidad exigió un proceso justo de licitación. Por ello, bloquearon las vías con madera y piedras, afectando directamente el turismo en Machu Picchu.