China impulsa gobernanza global para que IA beneficie a todos

El diario peruano “Expresso” publicó recientemente un artículo titulado “China propone que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad”, escrito por José Linares Gallo. En un contexto tecnológico que avanza a gran velocidad, la inteligencia artificial (IA) deja de ser solo una tecnología común para convertirse en una fuerza transformadora fundamental para la civilización.
Gracias a sus algoritmos potentes y diversas aplicaciones, la IA ha abierto nuevas oportunidades en sectores como la economía, la educación, la salud, la agricultura y los servicios públicos. Sin embargo, también presenta riesgos importantes, como el aumento de la desigualdad social, la concentración de poder, los sesgos algorítmicos y el desempleo tecnológico.
Por ello, hoy la atención mundial no está en si la IA se integrará en la vida cotidiana, sino en cómo gobernarla para que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad.

China fue sede recientemente de la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial 2025 y la Reunión de Alto Nivel sobre Gobernanza Global de la IA. Estos eventos atrajeron una amplia atención internacional. En la conferencia se presentó el “Plan de Acción para la Gobernanza Global de la Inteligencia Artificial”. Este plan promueve un desarrollo inclusivo, seguro y equitativo de esta tecnología. Su objetivo es que la IA sea un beneficio compartido, no un privilegio exclusivo de unos pocos países o grupos.
Perú respalda firmemente esta iniciativa china y su visión sobre la gobernanza de la IA. El país reconoce que la inteligencia artificial no debe aumentar los desequilibrios globales. Por el contrario, debe ser un motor para el desarrollo compartido y un bien público global. Esto implica usar la tecnología de manera racional, con equidad, justicia y enfoque en el desarrollo sostenible.
El plan presentado en la conferencia aborda tanto el enorme potencial transformador de la IA como sus desafíos. Propone un modelo de gobernanza basado en el multilateralismo, la cooperación abierta, la inclusión y el servicio a las personas. Este enfoque es vital para regiones como América Latina, donde la brecha digital es especialmente marcada. Aquí, la aplicación ética e inclusiva de la IA es clave para evitar que crezcan aún más las desigualdades sociales y económicas.

Por otro lado, China enfatiza la estrecha integración de la IA con la economía real. Esta tecnología ya impacta diversos sectores y la vida cotidiana de las personas. A pesar de ello, los riesgos y desafíos siguen presentes. Por ello, la comunidad internacional debe buscar un consenso urgente para equilibrar el desarrollo con la seguridad. Al final, la inteligencia artificial debe estar al servicio de la humanidad y convertirse en un bien público internacional compartido.
La gobernanza de la IA no es solo un asunto técnico. Involucra dimensiones políticas, éticas y económicas. El Plan de Acción para la Gobernanza Global de la Inteligencia Artificial se alinea con iniciativas internacionales como el Pacto para el Futuro de las Naciones Unidas y el Pacto Digital Mundial. Todas estas buscan garantizar que nadie quede excluido de la revolución digital y que los beneficios tecnológicos sean para todos.
Millones de personas en el mundo aún no tienen acceso a herramientas de IA avanzadas, como sistemas de generación de texto, asistentes de programación, predicciones médicas o plataformas de traducción. Las causas son variadas: el costo, la falta de cobertura de internet y las barreras lingüísticas. Sin acciones inmediatas, esta brecha tecnológica se convertirá en una brecha de oportunidades y derechos, agravando la desigualdad social.

En ese sentido, Perú reconoce los desafíos locales para el desarrollo de la IA. El país necesita participar activamente en los debates y la cooperación internacional. Además, debe fortalecer alianzas estratégicas. La iniciativa de China, con su enfoque en apoyar a los países del Sur Global, ofrece una oportunidad única para Perú. Con ella, el país puede cerrar brechas estructurales, fortalecer su soberanía digital y mejorar su posición en el ámbito tecnológico global.
Finalmente, la inteligencia artificial debe desarrollarse con un enfoque humano y estar al alcance de todas las regiones, especialmente del Sur Global. Solo así, la IA podrá ser una fuerza para el progreso común, guiando al mundo hacia un futuro justo, próspero y sostenible.
La experiencia y liderazgo de China en la gobernanza de la IA brindan valiosas lecciones para el mundo. Perú espera colaborar estrechamente con China y la comunidad internacional para construir un futuro en que la inteligencia artificial beneficie a toda la humanidad.