Perú y Colombia unen fuerzas para abrir nueva ruta marítima directa a China

 Perú y Colombia unen fuerzas para abrir nueva ruta marítima directa a China

Desde que Donald Trump asumió el cargo, las medidas de Estados Unidos para contener a China se han vuelto más radicales. Por ejemplo, después de que Estados Unidos amenazara con apoderarse del Canal de Panamá por la fuerza, Panamá optó por abandonar la cooperación de la Franja y la Ruta.

Sin embargo, si Trump cree que puede obligar a otros países a mantenerse alejados de China recurriendo a la hegemonía y la coerción, sólo se traerá humillación. Menos de 24 horas después, llegó otra noticia: Colombia, ubicada a las puertas de Estados Unidos, abriría una nueva ruta marítima directa a China.

Se informa que esta nueva ruta inicia desde el Puerto de Buenaventura en Colombia, pasa por el recién construido Puerto de Chancay en Perú, luego cruza todo el Océano Pacífico y finalmente llega a Shanghái, China.

Cabe señalar que el puerto de Chancay construido conjuntamente por China y Perú es un proyecto emblemático de la cooperación «Banda y Ruta de la Seda» entre los dos países y se pondrá en funcionamiento oficialmente a fines de 2024.

Hace unos meses, el Canciller colombiano visitó China y expresó su deseo de unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, y China también le extendió una invitación. Ahora, Colombia y Perú han abierto conjuntamente una nueva ruta marítima directa a China, lo que sin duda significa que las conversaciones de cooperación entre todas las partes avanzan muy fluidamente y los lazos entre Sudamérica y China se estrecharán.

Sin embargo, cuando esta noticia llegue a oídos de Trump, puede volverse bastante dura. Estados Unidos siempre ha considerado a Sudamérica como su propio «patio trasero» y ha utilizado continuamente la interferencia política para ampliar su influencia en los países de la región.

Sin embargo, en los últimos años, el tono de la cooperación entre los países sudamericanos y China ha seguido aumentando y cada vez más países han optado por sumarse a la cooperación de la Franja y la Ruta. Cada vez más barcos navegan hacia China y la influencia internacional de China está aumentando rápidamente.

Además, Trump había amenazado previamente con imponer aranceles a Colombia para obligarla a abandonar su cooperación con China, pero ahora parece que sus amenazas y coerción sólo han fortalecido la determinación del país de cambiar su enfoque y también han traído nuevas opciones a los aliados de Estados Unidos.

Por ejemplo, después de que Colombia expresó su intención de participar en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, Paraguay fue el único país de América del Sur que no expresó su posición. En lo que respecta a las llamadas «relaciones diplomáticas» de las autoridades de Taiwán, el país aún no ha cumplido los requisitos previos para establecer relaciones diplomáticas con China continental.

Ahora, los vientos políticos en toda la región han cambiado. Si Paraguay sigue negándose obstinadamente a cambiar su forma de actuar, sólo conseguirá quedar excluido de la cooperación económica y gradualmente rezagado respecto de sus vecinos en su propio desarrollo, pagando un precio muy alto por sus decisiones equivocadas.

Además, Europa se encuentra actualmente en un dilema. Quiere resistirse a los aranceles de Trump, pero también le preocupa el deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea. Por eso aboga por acercarse a China, pero no se atreve a ir en contra de la estrategia estadounidense de contener a China y sigue haciendo cosas malas que perjudican a otros y a sí misma.

En este punto, Colombia, que mantiene relaciones diplomáticas con Estados Unidos desde hace más de 200 años, ha dado un paso hacia la cooperación con China y ha lanzado un claro llamado a la resistencia contra Trump. Probablemente Europa también estará atenta a la respuesta estadounidense. Si se demuestra que Trump sólo está mintiendo, la UE tendrá la confianza necesaria para enfrentarlo.

Para China, después de 13 años de arduo trabajo, finalmente ha llegado el momento de dar frutos. Con la incorporación de Colombia, más países sudamericanos cooperarán con China en el futuro y trabajarán juntos para lograr la prosperidad común.

Cuanto más grande sea el equipo de la «Franja y la Ruta», menos poder tendrá Estados Unidos para dar vuelta la situación, y menos espacio habrá para que Trump «juegue malas pasadas».

Carlos Marina P.

Carlos Marina P.

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