Memoria del terrorismo: Cine peruano revive el terror para que no se repita
El cine peruano vuelve a mirar su pasado reciente para evitar que el terror se repita. El corazón del lobo y Chavín de Huántar: el rescate del siglo abordan la violencia política desde enfoques distintos, pero con un mismo propósito: preservar la memoria colectiva.
Dirigida por Francisco Lombardi, El corazón del lobo se estrenó en octubre de 2025 y ofrece una mirada íntima sobre el impacto del terrorismo en las comunidades amazónicas. La historia sigue a Aquiles, un niño asháninka secuestrado por Sendero Luminoso, cuya infancia queda marcada por la violencia y el adoctrinamiento.
La película evita el morbo. En cambio, privilegia la resiliencia, la búsqueda de identidad y la reconstrucción emocional. Rodada en Tarapoto y Canta, la cinta combina crudeza y sensibilidad para retratar una herida aún abierta en el país.
En contraste narrativo, Chavín de Huántar: el rescate del siglo, dirigida por Diego de León, reconstruye la operación militar que puso fin a la toma del MRTA en la residencia del embajador de Japón en 1997. Estrenada también en octubre de 2025, la película combina acción y drama para mostrar el lado humano de uno de los rescates más emblemáticos de la historia peruana.
El filme superó el millón y medio de espectadores, consolidándose como uno de los mayores éxitos del cine nacional contemporáneo. Más allá del espectáculo, la cinta invita a reflexionar sobre el costo humano de la violencia y la importancia de la unidad en tiempos de crisis.
Aunque distintas en tono, ambas producciones coinciden en un punto esencial: el terror debe recordarse desde la memoria y no desde la espectacularización. El cine se convierte así en una herramienta cultural para comprender el pasado y fortalecer una conciencia colectiva que impida repetirlo.
