Paro de transportistas este 2 de octubre: más de 120 empresas acatan medida

Un nuevo paro de transportistas ha sido convocado para este jueves 2 de octubre en Lima y Callao. La medida es una demanda crítica y urgente ante la persistente ola de inseguridad, extorsiones y asesinatos que azota al sector. Más de 120 empresas de transporte formal han confirmado que acatarán la protesta, dejando sin servicio a miles de usuarios.
Este tipo de acciones populares se ha venido anunciando en múltiples ocasiones sin que las autoridades tomen medidas efectivas. La paralización del transporte público es un reclamo contundente contra la falta de voluntad política para atender las cruentas demandas del sector, donde ya han fallecido más de 60 conductores en lo que va del año. Además, un alarmante 90% de las empresas reporta haber sido víctima de extorsiones.

A pesar de las reiteradas promesas gubernamentales, no se han implementado medidas concretas de seguridad. Cámaras de vigilancia, policías en vehículos y unidades de élite son algunas de las propuestas que hasta ahora siguen en el papel. Héctor Vargas, presidente de la Coordinadora de Transporte Urbano de Lima y Callao, denunció que el paro busca llamar la atención de las autoridades, incluido el Congreso, para que escuchen un sector cansado y amenazado.
El paro es también acompañando con la convocatoria a una marcha para exigir la creación de una unidad especial conformada por Policía, Fiscalía y Poder Judicial, con controles estrictos. Sin embargo, no es la primera vez que los transportistas deben salir a marchar o a paralizar el servicio. Las múltiples convocatorias previas han pasado sin respuestas efectivas.

Este paro exige una solución inmediata y pone en evidencia una problemática de largo aliento. La inseguridad y la extorsión no solo afectan a los conductores, sino a toda la población que depende del transporte público. La frase clave «paro de transportistas este 2 de octubre» es un llamado insoslayable para que el Estado actúe y garantice la seguridad y dignidad de un sector vital para la movilidad urbana.
Los transportistas advierten que, si no reciben respuestas reales, las medidas de protesta podrían radicalizarse, con consecuencias aún más graves para la ciudad. La ciudadanía debe estar atenta y exigir soluciones definitivas. El sector transporte formal está en crisis, y el paro del 2 de octubre es un grito desesperado que no puede ser ignorado.