Recibo por honorarios vs factura: guía clave para evitar pagos extras

Recientemente, un amigo abogado realizó una consultoría para la empresa de otro conocido. Al cobrar sus honorarios, surgió la duda sobre si debía emitir una factura o un recibo por honorarios. La asistente de la empresa solicitó factura, pero le sugerí emitir un recibo por honorarios para evitar el pago adicional del IGV.
Esta confusión no es aislada. Muchas empresas y profesionales desconocen las diferencias entre ambos comprobantes. Por eso, este artículo explica las principales diferencias y obligaciones tributarias en Perú.
Diferencias básicas entre recibo por honorarios y factura
Recibo por Honorarios
Es emitido por profesionales independientes, como abogados, que prestan servicios personales y temporales. No incluye IGV (18%) y se declara en el impuesto a la renta personal (cuarta categoría).
Factura
La emiten estudios o sociedades profesionales para servicios empresariales o contratos a largo plazo. Incluye IGV y se declara en el impuesto a la renta de personas jurídicas.
Obligaciones tributarias y retenciones
Para el recibo por honorarios, si el monto es mayor a S/1,500, el cliente debe retener el 8% del impuesto a la renta y pagarlo a SUNAT. Por ejemplo, si el abogado cobra S/3,000, el cliente retiene S/240 y paga S/2,760 al profesional.
En el caso de la factura, existen dos mecanismos:
- Retención del IGV (3%) para clientes designados por SUNAT.
- Detracción del 12% para servicios superiores a S/700, que funciona como un anticipo de impuestos.
Estas medidas no se aplican simultáneamente; si hay detracción, no se retiene IGV.
¿Por qué se añade IGV a las cotizaciones?
Si la cotización no especifica IGV, el despacho puede cobrar un 18% adicional. Pero si el IGV está incluido, no se puede cobrar extra.
¿Cómo elegir el comprobante adecuado?
- Para servicios personales y de bajo monto, conviene emitir recibo por honorarios para evitar IGV.
- Para servicios empresariales o contratos largos, se recomienda la factura, que permite deducir IGV, aunque puede implicar retenciones o detracciones.
Es fundamental que el cliente y el profesional aclaren por escrito si la cotización incluye impuestos y las obligaciones tributarias para evitar conflictos.

Conocer estas diferencias y obligaciones ayuda a evitar riesgos fiscales y a gestionar correctamente los pagos por servicios profesionales en Perú.