Consumo de carne de cerdo: plan para duplicar demanda en Perú
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego del Perú (Midagri) impulsa un plan para aumentar el consumo de carne de cerdo en el país. La meta es casi duplicar el consumo per cápita a 20 kilogramos por año para 2030. Este objetivo forma parte de la política de recuperación económica y busca fortalecer la economía agrícola. Además, está ligado a la tradición peruana de consumir carne de cerdo.
Actualmente, el inventario nacional de cerdos es de 3,4 millones de cabezas, con una producción anual de 200,450 toneladas. Sin embargo, el consumo per cápita es solo de 11 kilogramos. Esta brecha evidencia el potencial de crecimiento de la industria porcina y justifica las políticas de promoción.
Para alcanzar esta meta, el Ministerio trabaja en varias áreas. Primero, destaca la importancia de la industria porcina en la economía nacional. Segundo, apoya a los pequeños agricultores para aumentar su producción. Finalmente, fomenta el consumo mediante la promoción de platos típicos de cerdo.
La carne de cerdo tiene un rol fundamental en la gastronomía peruana. Platos como el chicharrón frito, el chicharrón con mote, el pan con chicharrón, la carapulcra y el lechón horneado son parte esencial de la dieta diaria y las celebraciones. Esta tradición fortalece el mercado interno y facilita el crecimiento del consumo.
La industria porcina peruana cuenta con factores favorables para su desarrollo. La aceptación cultural de la carne de cerdo impulsa la demanda. Además, el respaldo del gobierno promueve el crecimiento de pequeños productores, lo que genera empleo y desarrollo rural.
Asimismo, la cultura gastronómica vinculada a la carne de cerdo puede potenciar sectores como el procesamiento de alimentos y el turismo. Se espera que, mediante producción estandarizada y marcas, los productos porcinos y platos tradicionales amplíen su mercado nacional e internacional. Esto creará una cadena productiva integrada: «cría-procesamiento-consumo-turismo cultural».
Con estas medidas, la industria porcina peruana no solo preservará la cultura alimentaria local, sino que también responderá a la demanda interna y contribuirá a la recuperación económica. Así, se logrará un aumento significativo en el valor económico y cultural del sector.
