Paro nacional del transporte en Perú: gremios exigen seguridad y justicia

El Frente Nacional de Trabajadores y Conductores del Transporte del Perú anunció una nueva ronda de paros nacionales del transporte para el miércoles 18 de junio. La protesta busca denunciar el aumento de la delincuencia, la extorsión y el sicariato en el sector. Esta huelga cuenta con el respaldo de diversos sindicatos, entre ellos empresarias mayoristas de Gamarra, trabajadores del transporte pesado, conductores de autobús y mototaxistas.

La situación del transporte en Perú es crítica. Durante años, la seguridad de conductores y comerciantes ha estado en riesgo debido a actividades delictivas. La ciudadanía también muestra preocupación por la inseguridad en el transporte. Los trabajadores, que enfrentan diariamente un entorno peligroso, han visto ignoradas sus demandas. Esta acumulación de insatisfacción detonó la huelga.
Entre los sindicatos participantes destacan Asotrani Perú, que agrupa a servicios de transporte compartido, taxis, mototaxis y transporte público de Lima y Callao, así como el Sindicato Nacional de Transportistas. Judith Panca Ayala, presidenta de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Gamarra, informó que varios comerciantes suspenderán sus actividades y marcharán al Congreso para exigir la derogación de leyes que, según ellos, benefician al crimen organizado.

El líder sindical Walter Carrera anunció que las manifestaciones comenzarán simultáneamente en la madrugada en diferentes puntos de Lima: norte, sur, este y oeste. Carrera se ubicará en el nuevo puente del este de Lima para recibir a los manifestantes, mientras Julio Campos coordinará en la Estación Lima Norte. El punto de encuentro principal será la Plaza San Martín, en el Cercado de Lima, donde los sindicatos se reunirán alrededor de las 4 p.m. Luego marcharán hacia el Congreso de la República para exigir que el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, y otros miembros escuchen sus demandas. La marcha seguirá por la Avenida Nicolás de Piérola y la Avenida Abancay, aunque podrían tomar rutas alternativas como Rampa Petit y Cusco Petit.
Las principales demandas de los sindicatos en huelga se centran en la defensa de la vida y la seguridad ciudadana. Exigen la derogación de las leyes que favorecen al crimen organizado, justicia e indemnización para las víctimas de sicariato, y atención a la violencia en el sur del país. La frase clave objetivo en este contexto es «paro nacional del transporte».

Se espera que el paro nacional del transporte tenga un impacto significativo en la sociedad peruana. En lo económico, la paralización afectará el transporte de mercancías, interrumpiendo la cadena de suministro. Esto podría provocar fluctuaciones en los precios y afectar la producción y el comercio. En lo social, la suspensión del transporte público generará grandes inconvenientes para los desplazamientos diarios, alterando la vida cotidiana. Además, la huelga podría aumentar la inestabilidad social y poner en riesgo la gobernabilidad y la credibilidad del gobierno. La respuesta oficial y el desenlace de esta protesta serán decisivos para el futuro del país.