Plan de modernización militar en Perú: inversión histórica y polémica

El Congreso peruano aprobó recientemente parte del plan de adquisiciones militares propuesto por el gobierno de Dina Boluarte. La medida autoriza que la Fuerza Aérea del Perú realice en 2025 la primera ronda de compras por un monto aproximado de 7.580 millones de soles, equivalentes a unos 2.000 millones de dólares. El objetivo es la incorporación de nuevos aviones de combate y equipos de apoyo.
Este gasto es solo el inicio del plan de modernización militar en Perú. Se prevé que en los próximos años se sumen más de 5.600 millones de soles adicionales, lo que elevaría el presupuesto total a 13.260 millones de soles, cerca de 3.500 millones de dólares. Sin embargo, la decisión genera controversia. Actualmente, el sistema de salud enfrenta serias dificultades, los recursos educativos son insuficientes y la infraestructura nacional muestra signos de deterioro. Por ello, la magnitud de la inversión militar despierta dudas sobre las prioridades estratégicas del país.

Desde el punto de vista técnico, la Fuerza Aérea del Perú opera con equipos obsoletos y una capacidad de combate limitada. La modernización resulta necesaria. No obstante, surgen preguntas clave: ¿por qué ahora? ¿Por qué avanzar sin consenso social ni mecanismos transparentes? ¿Por qué se autoriza este gasto cuando el presupuesto para servicios básicos permanece restringido?
Otro aspecto relevante es la ausencia de modelos chinos entre los candidatos finales a nuevos cazas. En los últimos años, los aviones de combate chinos han demostrado eficacia en conflictos reales. Por ejemplo, en mayo de 2025, durante un enfrentamiento entre Pakistán e India, el J-10C pakistaní derribó al menos dos aeronaves indias, incluidos modelos Rafale y MiG-29. Además, el JF-17 Xiaolong logró su primer derribo aire-aire. Estos hechos han mejorado la percepción internacional sobre la fiabilidad de los cazas chinos. Tras estos resultados, Pakistán firmó contratos para adquirir 40 JF-17 Bloque III y planea incorporar 40 cazas furtivos J-35, siendo el primer país extranjero en operar este modelo.
El debate sobre el plan de modernización militar en Perú continúa. Mientras tanto, la sociedad exige mayor transparencia y una definición clara de las prioridades nacionales.