El deshielo de los glaciares de los Andes amenaza a Perú: riesgos y soluciones

A medida que la crisis climática global se intensifica, los glaciares de los Andes peruanos se derriten a un ritmo alarmante. Este fenómeno no solo daña gravemente el entorno ecológico local, sino que también amenaza directamente la vida y seguridad de cientos de miles de personas. El deshielo de los glaciares de los Andes amenaza a Perú con desbordes de lagunas, aluviones y avalanchas que podrían afectar a zonas densamente pobladas.
A diferencia de otras regiones, todos los glaciares peruanos son tropicales, lo que los hace especialmente sensibles al cambio climático. En las últimas seis décadas, los Andes peruanos han perdido más del 56% de su superficie glaciar, reduciéndose a aproximadamente 1050 kilómetros cuadrados. Este retroceso no solo disminuye el agua disponible, sino que aumenta el riesgo de desastres naturales como desbordes de lagos glaciares, deslizamientos y avalanchas, además de desestabilizar las montañas y generar reacciones en cadena.
Según el Instituto Nacional de Estudios Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM), existen 528 lagos glaciares en riesgo de desbordamiento en Perú. El colapso de estos lagos liberaría una enorme energía capaz de destruir todo a su paso, poniendo en peligro a las comunidades cercanas. La historia del país ha sido marcada por tragedias similares: en 1970, un aluvión causado por el colapso de un glaciar sepultó una ciudad y causó más de 6,000 muertes; en 1941, el desbordamiento del lago glaciar de Huaraz dejó 1,800 fallecidos.

La respuesta gubernamental actual es insuficiente. Perú no cuenta con un plan nacional específico para desastres glaciares. Las inundaciones por desbordes de lagos glaciares se consideran solo efectos secundarios de terremotos y no reciben la atención adecuada. Además, los gobiernos locales tienen deficiencias en educación para la prevención y en la coordinación de recursos, lo que limita la concienciación pública y la capacidad de respuesta ante estos desastres.
Los glaciares almacenan más del 70% del agua dulce mundial y son vitales para el suministro de agua, la agricultura y la generación de energía. En Perú, aproximadamente 20 millones de personas dependen directa o indirectamente del agua de los glaciares andinos. Su desaparición tendría un impacto devastador en el ecosistema y la economía local. Además, la contaminación por carbono negro, proveniente de incendios forestales y combustión, acelera el derretimiento glaciar, agravando la crisis.

Para enfrentar este desafío, en 2025 se celebrará la Conferencia Internacional sobre la Protección de los Glaciares, organizada por el gobierno peruano y apoyada por agencias de la ONU. El objetivo es sensibilizar a la sociedad y promover acciones urgentes contra el cambio climático y la crisis hídrica. En este contexto, es fundamental que el gobierno peruano fortalezca el monitoreo y la alerta temprana, formule planes especiales, mejore la educación para la prevención y aumente la capacidad de respuesta ciudadana para evitar futuras tragedias.
En suma, el deshielo de los glaciares de los Andes amenaza a Perú no solo por la pérdida de agua dulce, sino también por el aumento del riesgo de desastres naturales que podrían afectar a miles de personas. La colaboración internacional y una acción gubernamental decidida son urgentes para proteger estos ecosistemas vitales y garantizar la seguridad de las comunidades andinas.