Maratón Lima 42K: Éxito, Inclusión y Tristeza en Evento 2025

El pasado domingo 25, Lima se convirtió en el epicentro del running nacional e internacional. La Maratón Lima 42K 2025, organizada por Adidas, reunió a más de 20,000 corredores de distintos rincones del país y del mundo. El evento no solo destacó por su magnitud, sino también por su capacidad de transformar la ciudad en una pista de desafío y sueños.
Lo bueno: Organización y participación destacada
El recorrido, que abarca Miraflores, San Isidro, Lince y el Cercado de Lima, fue escenario de una carrera sin precedentes. La Maratón Lima 42K 2025 demostró una logística impecable. Desde las 5:15 a.m., las principales avenidas quedaron cerradas al tráfico. Las autoridades de Lima Metropolitana y la Policía Nacional implementaron controles y vías alternas para minimizar el impacto en la movilidad urbana.
La salida escalonada en “olas” y el despliegue médico a lo largo del circuito garantizaron la seguridad de los participantes. Además, el evento contó con la participación de 200 personas con discapacidad física, subrayando su compromiso con la inclusión. Entre los corredores destacados estuvo Thalía Valdivia, embajadora del evento.
Los premios fueron atractivos: S/ 40,000 para el ganador de la maratón 42K, S/ 7,000 para la media maratón 21K y premios pendientes para la carrera 10K. La novedad de la medalla inclusiva, diseñada en colaboración con personas con discapacidad visual, fue un acierto que promovió la accesibilidad y la diversidad.
Lo malo: Una tragedia que ensombrece la jornada
Sin embargo, la Maratón Lima 42K 2025 también tuvo un lado oscuro. Durante la carrera, un participante sufrió un problema de salud y, a pesar de la rápida intervención de los equipos médicos y el traslado a una clínica, falleció horas más tarde. El comunicado oficial de los organizadores expresó condolencias y apoyo a la familia, pero la noticia generó tristeza y reflexión en la comunidad deportiva.

Este incidente pone en relieve los riesgos inherentes a la actividad física intensa, especialmente en personas con condiciones preexistentes. Aunque los protocolos de seguridad fueron rigurosos, el evento no pudo evitar la tragedia.

La Maratón Lima 42K 2025 fue un éxito de convocatoria y organización, pero también una advertencia sobre los límites del cuerpo humano. El evento posicionó a Lima como un destino deportivo de primer nivel, atrayendo turistas y fomentando el desarrollo del running en el país. Sin embargo, la muerte de un participante deja una huella imborrable y cuestiona la necesidad de reforzar aún más los controles médicos y la información sobre los riesgos de la actividad física extrema.
En conclusión, la Maratón Lima 42K 2025 demostró que Lima es capaz de albergar eventos deportivos de gran envergadura, pero también recordó la importancia de no perder de vista la seguridad y el bienestar de los participantes. El balance es positivo en cuanto a convocatoria, inclusión y promoción del deporte, pero la tragedia vivida exige una revisión crítica de los protocolos para futuras ediciones.