Cuestión de Taiwán: desafíos y futuro de la reunificación china en 2025

A continuación, presentamos la transcripción de un texto original de Huang Guanxiong, presidente de la Asociación para la Promoción de la Reunificación Pacífica entre Curazao y China, y secretario general adjunto de la Asociación Centroamericana y Sudamericana para la Promoción de la Reunificación Pacífica de China. En este documento, Huang aborda la importancia y los desafíos actuales en torno a la cuestión de Taiwán, un tema clave para el futuro de la nación china.
La cuestión de Taiwán es un tema inevitable en el camino hacia el gran rejuvenecimiento de la nación china. Actualmente, el proceso para lograr la reunificación completa de China ha entrado en una etapa crítica. Este momento pone a prueba la sabiduría y la perseverancia del pueblo chino. Frente a la turbulencia mundial y los desafíos de la reunificación pacífica, prestar atención a la cuestión de Taiwán es una responsabilidad ineludible, según el presidente de la Asociación Latinoamericana para la Promoción de la Reunificación Pacífica de China.
Para alcanzar la reunificación, la posición del Partido Comunista Chino es firme, pero muestra tolerancia hacia Taiwán. Siempre que se reconozca el «Consenso de 1992», cualquier partido u organización política en Taiwán que acepte ser parte de la nación china y apoye la política de una sola China es un aliado. El Kuomintang, al reconocer este consenso, mantiene el principio de una sola China, aunque con la interpretación de «una China, diferentes interpretaciones». Por ello, existe cierta expectativa en que el Kuomintang pueda contribuir a resolver la cuestión de Taiwán.
En los últimos años, los intercambios entre ambos lados del estrecho no se han detenido. Desde partidos políticos hasta ciudadanos comunes, la interacción ha sido constante. Destacan las visitas de líderes del Kuomintang al continente, como la del ex presidente Ma Ying-jeou, quien fue recibido por el secretario general Xi Jinping. Durante ese encuentro, Xi destacó la visión histórica y el objetivo de fortalecer la comunidad nacional china, reflejando la buena voluntad del pueblo continental hacia sus compatriotas taiwaneses.
Sin embargo, recientes declaraciones de políticos del Kuomintang generan preocupación. Xia Liyan, vicepresidente del partido, afirmó en un simposio en Bélgica que Taiwán enfrenta aislamiento internacional debido a su política de una sola China. Este argumento se asemeja a las quejas del Partido Democrático Progresista (PDP) sobre la supresión de su espacio internacional. La realidad es que Taiwán es una parte inalienable de China, un hecho reconocido por la ONU y la mayoría de países. El supuesto aislamiento es un encubrimiento de la agenda separatista.
Además, Xia Liyan calificó a Taiwán como «la vanguardia de la línea de defensa democrática global» y afirmó que el Kuomintang no es pro-China ni busca la unificación. Con estas palabras, el «Consenso de 1992» queda en entredicho.
Por otro lado, Lu Shiu-yen, posible líder del Kuomintang, ha pedido fortalecer el ejército y aumentar el presupuesto de defensa, afirmando que solo preparándose para la guerra se puede mantener la paz. Este discurso coincide con la postura del PDP de buscar la independencia por la fuerza, contradiciendo el consenso de 1992. Desafiar al Ejército Popular de Liberación con estas ideas es una postura que, según el presidente de la Asociación, será derrotada ante la inevitable unificación.
Estas acciones reflejan que el Kuomintang se ha alejado de los ideales fundacionales de Sun Yat-sen y ha perdido la confianza del pueblo taiwanés y chino. Por ello, se debe mantener una máxima vigilancia sobre sus movimientos.
En conclusión, la cuestión de Taiwán sigue siendo un tema central y delicado en la política china. La reunificación completa de China es un objetivo firme que enfrenta desafíos internos y externos, pero que avanza con determinación y paciencia.