Altar del fuego en Caral: clave para la historia americana

 Altar del fuego en Caral: clave para la historia americana

El 22 de mayo, la comunidad arqueológica peruana logró un hallazgo trascendente. El equipo de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), unidad ejecutora del Ministerio de Cultura, descubrió un antiguo altar de fuego en el sitio Era de Pando, valle de Supe, provincia de Barranca, Lima. El descubrimiento data de hace unos 5.000 años y arroja nueva luz sobre la civilización Caral, considerada la más antigua de América.

El altar, de forma circular y siete metros de diámetro, está acompañado por un patio rectangular de 16 metros de largo y 8 de ancho. Se accede a este espacio sagrado por una escalera que desciende desde el salón ceremonial del lado oeste del edificio piramidal mayor “C1” de Era de Pando. El altar funcionaba como área auxiliar para rituales secundarios, complementando las ceremonias centrales del edificio principal.

En la civilización Caral, los altares del fuego eran espacios exclusivos para ceremonias de gran importancia y solo podían acceder a ellos autoridades religiosas, políticas y sociales. En estos recintos, los líderes realizaban rituales privados con su grupo y allegados, quemando ofrendas como cuentas, cuarzo, peces, moluscos y productos agrícolas. El objetivo era expresar reverencia y buscar protección de los espíritus.

Era de Pando es uno de los principales asentamientos de la civilización Caral. Su historia abarca más de 4.000 años y está ubicado en la margen derecha del río Supe, a 12,5 kilómetros de la costa y 200 metros sobre el nivel del mar. El sitio cubre 57,93 hectáreas y cuenta con 48 edificios: cuatro piramidales mayores, cuatro menores y 40 templos y residencias más pequeños. La disposición arquitectónica y la clara división funcional demuestran la avanzada habilidad urbanística de Caral.

ZAC destaca que Era de Pando ocupa un lugar clave en la historia de Caral, tanto por su antigüedad como por su arquitectura monumental y posición estratégica. Se encuentra en una ruta natural que conecta el valle de Pativilca y la cuenca de Taita Laynas. Su cercanía al mar y extensas tierras cultivables le dieron ventajas en comercio, agricultura y pesca, consolidando su importancia dentro de la civilización Caral.

Durante el apogeo de la Ciudad Sagrada de Caral-Supe, Era de Pando fue un asentamiento pequeño. Con el tiempo, se convirtió en un centro jerárquico y testigo del desarrollo y evolución de Caral. Además de los edificios, se han hallado estatuillas, herramientas de piedra y otros materiales orgánicos que permiten estudiar la vida cotidiana, creencias religiosas y arte de esta civilización.

En 2019, como parte de las celebraciones del aniversario de Aspero, Era de Pando abrió sus puertas a estudiantes locales. El sitio implementó recorridos turísticos, instaló botes de basura y organizó presentaciones con vestimenta de la época para hacer la visita más educativa y atractiva.

El descubrimiento del altar del fuego es un gran avance en el estudio de la civilización Caral y nos brinda una nueva oportunidad para descubrir el misterio de esta antigua civilización. A medida que continúan los trabajos arqueológicos, se espera descubrir más secretos que permitan una comprensión más profunda del desarrollo humano.

Alisson Ayto

Alisson Ayto

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