Incautan más de una tonelada de marihuana en Piura: retos y realidad

El reciente operativo de la Policía Nacional del Perú en la sierra de La Libertad, que culminó con la captura de marihuana en Piura, ha sido presentado como un avance en la lucha antidrogas. Sin embargo, este golpe al narcotráfico deja en evidencia las profundas limitaciones y desafíos que enfrenta la región en el combate contra el tráfico ilícito de drogas.
Un operativo exitoso, pero sin detenidos
Durante la intervención, los agentes incautaron 1.460 kilos de marihuana y destruyeron cinco laboratorios clandestinos entre los caseríos Viñas y Pampa Colorada, en la provincia de Sánchez Carrión. La droga, lista para su venta, fue en parte incinerada en el lugar y el resto trasladada como evidencia. No obstante, pese al despliegue de recursos y la ardua labor de los efectivos, no hubo detenidos. Los implicados lograron huir aprovechando su conocimiento del terreno rural y la falta de caminos asfaltados.
Captura de marihuana en Piura: un mercado en expansión
La captura de marihuana en Piura pone en relieve el lucrativo negocio de la droga en la región. Según la policía, el kilo de marihuana se cotiza en 175 soles en origen, pero su precio se multiplica hasta superar los 1.000 soles al llegar a Lima. Esto significa que el cargamento incautado estaría valorizado en casi un millón y medio de soles, lo que evidencia el fuerte incentivo económico para las bandas criminales.
Una lucha antidrogas con resultados limitados
Las autoridades destacan la coordinación entre la Fiscalía Especializada y la Dirección Antidrogas (Dirandro) para reforzar la lucha contra el tráfico ilícito de drogas en Piura, especialmente en los puertos, donde existe riesgo de exportación de sustancias ilícitas al extranjero. Sin embargo, la realidad muestra que la presencia estatal sigue siendo débil en zonas rurales y fronterizas, donde el narcotráfico opera con relativa impunidad y escaso control policial.
A pesar de los anuncios oficiales y los operativos de alto impacto, la lucha antidrogas en Piura enfrenta retos estructurales: falta de infraestructura, corrupción, pobreza y ausencia de alternativas económicas para las comunidades rurales. Como señalan voces críticas, la comercialización de drogas sigue creciendo y el consumo se incrementa, mientras que la respuesta estatal es reactiva y fragmentada.