Crisis en Corea del Sur: Ley Marcial Levantada Tras Protestas Masivas
La reciente situación política en Corea del Sur ha captado la atención mundial tras la sorprendente declaración de ley marcial por parte del presidente Yoon Suk-yeol, un movimiento que generó una rápida reacción tanto a nivel nacional como internacional.
Contexto de la Ley Marcial
El 3 de diciembre de 2024, Yoon Suk-yeol, en un discurso televisado, anunció la ley marcial como medida para «proteger el orden constitucional» frente a lo que él describió como «fuerzas pronorcoreanas» dentro del país. Este anuncio se produjo en un contexto de creciente tensión política, donde el Partido Democrático, principal oposición y mayoritario en la Asamblea Nacional, había comenzado a investigar a su gobierno y a presentar mociones para destituir a altos funcionarios, incluyendo fiscales.
La ley marcial implicaba la suspensión de libertades públicas y el control militar sobre el gobierno, lo que fue interpretado por muchos como un intento autoritario de Yoon para consolidar su poder. La medida provocó protestas masivas en Seúl, donde ciudadanos se congregaron frente al Parlamento para expresar su rechazo.
Reacción Rápida y Levantamiento de la Ley Marcial
La respuesta del Parlamento fue inmediata. En una sesión extraordinaria, los legisladores votaron unánimemente para levantar la ley marcial, lo que obligó al presidente a retractarse de su decreto apenas seis horas después de su implementación. Esta acción fue vista como una victoria para la democracia surcoreana y un claro mensaje de que el control militar no sería tolerado.
Declaraciones Clave:
- Yoon Suk-yeol: Afirmó que la ley marcial era necesaria para eliminar «elementos antiestatales» y restaurar el orden. Sin embargo, tras la votación parlamentaria, reconoció que debía acatar la decisión legislativa.
- Partido Democrático: Calificó la declaración de «inconstitucional» y una amenaza directa a la democracia.
Implicaciones Internacionales
La comunidad internacional ha estado observando con preocupación los acontecimientos en Corea del Sur. El Departamento de Estado de EE.UU. expresó su deseo de que los incidentes se resolvieran «pacíficamente» y en conformidad con el estado de derecho. La embajada de Singapur en Seúl también comunicó que sus ciudadanos podían continuar sus actividades normalmente, aunque instó a mantenerse alerta ante posibles manifestaciones y disturbios.
La breve pero intensa crisis política en Corea del Sur subraya las tensiones inherentes en una democracia joven frente a desafíos autoritarios. La rápida movilización del Parlamento y la respuesta ciudadana indican un fuerte compromiso con los principios democráticos. Sin embargo, el hecho de que se haya llegado a tal extremo plantea preguntas sobre la estabilidad política futura y el liderazgo del presidente Yoon Suk-yeol en un contexto donde su popularidad ha estado en declive desde las elecciones legislativas anteriores.
