JOKER 2 ¿Buena o mala? Depende quién lo vea
Tras su estreno y los bajos números en venta de entradas y asistencia en cines, se ha puesto en duda la calidad de esta segunda parte de Joker (2019), la cual, por su indiscutible calidad, fue merecedora de dos Oscars y dos Globos de Oro, entre otros premios.
Las críticas principales se centran en la inclusión de escenas musicales en las que el personaje de Arthur Fleck, interpretado por Joaquín Phoenix, canta y baila versiones de canciones populares, además de algunas originales. La participación de la cantante Lady Gaga también ha generado controversia; algunos la consideran innecesaria o una intrusa en la película, mientras que otros fanáticos de la pareja de villanos sienten que no se le otorgó la atención que merecía.
Es importante apreciar esta película como lo que es: una historia paralela que utiliza la figura del Joker como símbolo de una especie de revolución, reflejando a aquellos individuos que se encuentran fuera de los márgenes sociales.
No es The Joker, es Arthur Fleck
Al igual que en la primera entrega, esta secuela no se centra en el origen de un villano. Se trata de la historia de un hombre que, tras sufrir abusos, recibir una atención psiquiátrica insuficiente y enfrentar una sociedad cruel, pierde el control de sus impulsos tras un mal día. En esta segunda parte, profundizamos en su experiencia en prisión, donde el maltrato y la humillación continúan. No se trata de una precuela del Joker interpretado por Heath Ledger; estamos ante una película que utiliza la figura del Joker para realizar una crítica a la sociedad de consumo y a la industria cinematográfica. Aunque es complicado hacer esta separación, una vez que lo logras, la película adquiere mayor profundidad.
La Música como Terapia Psiquiátrica
Tal como sugiere el título de esta secuela, Folie à Deux, nos encontramos ante dos personajes desequilibrados que, por diversas razones, reciben clases de canto como parte de su terapia y reinserción social. La musicoterapia ha demostrado ser efectiva para canalizar las emociones de los pacientes, quienes pueden encontrar libertad a través de esta expresión artística. Folie à Deux es un trastorno psicótico compartido entre dos individuos que viven en una fantasía delirante de villanía y complicidad. El amor surge en esta fantasía, donde los números musicales marcan la ruptura con la realidad, creando un mundo onírico que se convierte en su refugio, permitiendo que Arthur se fusione con el Joker como arquetipo.
Lady Gaga, necesariamente innecesaria.
Las opiniones sobre la participación de Lady Gaga oscilan entre quienes critican su presencia como innecesaria y aquellos que desearían que se profundizara en su historia, en lugar de resumirla en dos breves diálogos sobre su pasado. El personaje de Harleen «Leen» representa un acicate para el declive mental de Arthur, siendo un detonante, aunque no la única razón, que lo conduce a su trágico final. Su presencia refleja la sed del público por un personaje desenfrenado como el Joker. Cuando Arthur confiesa que no puede sostener esa imagen y que no se siente verdaderamente identificado con ella, la abandona. ¿Hubiese sido más atractivo un desarrollo de su pasado? Sí. ¿Hace esto que sea un personaje vacío? No.
Todd Phillips no quería una secuela
El director de ambas películas ha declarado que no quería desarrollar una secuela; estaba cansado de la interpretación que se había hecho de su Joker, a menudo distorsionada con un mensaje desviado del original. Ante esto, retoma los discursos centrales de la primera entrega, los reformula y los presenta de manera más clara, aunque podríamos decir que repetitiva. Sin embargo, este enfoque busca enfatizar su descontento por el enaltecimiento del personaje en la primera entrega. Por tanto, se vio obligado a ser explícito, sin margen para la confusión, y eso, precisamente, no agradó a muchos fans.
Finalmente, es importante considerar la decisión del director de alejarse del personaje archiconocido y aclamado como lo es el Joker. Algunos se preguntan por qué no optó por crear un personaje totalmente original. Tal vez, al revisar el contrato de derechos y las cláusulas que le otorgaron tanta libertad creativa a Phillips, se podría encontrar la respuesta.
La industria del cine es un mercado como cualquier otro, y si de ella pueden surgir obras maestras como Joker (2019), bienvenido sea. No obstante, que la necesidad de mantener un purismo y el fanservice no nos ciegue ante producciones notables como Joker 2: Folie à Deux (2024).